Una correcta protección en la fabricación de alimentos es clave para garantizar la seguridad de los operarios. El frío es una parte importante de la industria alimentaria para mantener las características organolépticas de cada alimento en buen estado. Y con tal fin, se necesita una protección específica.

Cuidar las manos en ambientes de bajas temperaturas

Las manos son la herramienta clave a la hora de manipular alimentos. Estos productos necesitan mantenerse refrigerados o congelados a lo largo de la denominada cadena de frío. Solo así se garantiza que los productos no pierdan sus propiedades ni se echen a perder antes de llegar a la casa del consumidor. Y para alcanzar este objetivo, los trabajadores deben contar con una buena protección.

Una exposición prolongada de las manos al frío causará sequedad, aparición de grietas, sabañones o picor. Además, la sensibilidad irá disminuyendo paulatinamente. Por tanto, el empleado perderá destreza en sus labores, lo que llevará a una manipulación deficiente del producto. También tendrá que enfrentarse a problemas de salud que, en casos extremos, podrían conducir a la amputación de las manos. Esto se debe a la contracción de los vasos sanguíneos por el frío, la cual provoca inflamaciones y coágulos de sangre que dañan la piel hasta generar infecciones.

Para evitar tales consecuencias, es necesario utilizar guantes de protección a bajas temperaturas. Estos deben estar elaborados con materiales aislantes, como el PVC, y contar con un forro interno que retenga el calor. Además, es importante que garanticen un buen agarre, indispensable para manipular alimentos de este tipo.

En Ansell fabricamos guantes especializados para proteger a los trabajadores de los riesgos a los que se enfrentan. Nuestro objetivo es garantizar la seguridad en todo momento. Así, la labor de los empleados será más cómoda y su eficiencia y capacidad de producción aumentará. Nos caracterizamos por fomentar una correcta protección personal en cualquier sector.