PREGUNTAS MÁS FRECUENTES

Las reacciones alérgicas experimentadas por el uso de guantes se pueden dividir en:

1. Alergia al látex (Tipo I): Se trata de una reacción de sensibilización en la que se desarrollan anticuerpos específicos en respuesta a un alérgeno, que en este caso son las proteínas de látex de caucho natural. Estas proteínas solo están presentes en guantes de látex de caucho natural, y no en guantes sin látex.
2. Alergias químicas (Tipo IV): Se trata de una irritación que se manifiesta como una reacción inflamatoria o dolorosa. Un estímulo o agente que produce un estado de irritación es un irritante, que en el caso de los guantes suelen ser sobre todo los aceleradores químicos. Hay que tener en cuenta que estas sustancias químicas pueden estar presentes tanto en guantes con látex como sin látex.

Teniendo en cuenta el total de la población de trabajadores sanitarios, hay evidencia clínica de tasas de sensibilización de hasta el 12 %, en tanto que las alergias químicas ascienden hasta al 30 %, de las que un 80 % son causadas por aceleradores químicos.

Ansell recomienda que cualquiera que sufra una reacción consulte con un médico para determinar la causa de la irritación, y para poder buscar productos que no contengan la fuente de la reacción.

Para obtener más información, consulte Las alergias explicadas o Contáctenos.

Los guantes sin látex protegerán contra alergias al látex, pero quizá no siempre ofrezcan la protección necesaria contra alergias químicas. Los guantes, con o sin látex, contienen aceleradores químicos, que pueden provocar alergias químicas a ciertos individuos. Las alergias químicas representan aproximadamente el 49 % de las afecciones cutáneas ocupacionales y son la segunda discapacidad laboral más importante según informes de la OSHA. El 82 % de las alergias químicas inducidas por guantes son provocadas por aceleradores químicos. La gama de guantes sin látex de Ansell tiene opciones tanto sin látex como sin aceleradores químicos, protegiendo a los usuarios de ambos tipos de reacciones.

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La principal razón por la que los hospitales están adoptando un entorno sin látex es la eliminación de los episodios alérgicos al látex, con la consecuente pérdida de tiempo y productividad en caso de producirse un incidente, unida al coste del tratamiento si un paciente o trabajador sanitario desarrolla una respuesta clínica. El paso a los guantes sin látex tiene otras ventajas a tener en cuenta, como un menor tiempo de preparación de quirófano para cirugías de pacientes alérgicos al látex y la eliminación del desperdicio de tiempo y productos al cancelarse/posponerse la cirugía si se descubre la alergia de un paciente en el último minuto, lo cual requiere tirarlo todo y volver a preparar el quirófano. Además de esto, también hay ventajas logísticas para el hospital, como la consolidación de líneas de guantes; más espacio disponible en el almacén del quirófano; y la simplificación de la realización de pedidos. Por último, la eliminación total del látex permitirá otros ahorros, como el tiempo necesario para crear protocolos y procedimientos sin usar látex; equipos de formación; y el menor riesgo de litigios en caso de producirse incidentes adversos.

La conversión completa del hospital es la única manera de minimizar la aparición de episodios alérgicos al látex. Tener algunos quirófanos dedicados ayudará a minimizar este tipo de incidentes, pero no todos los riesgos.

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Desde su introducción, los guantes sin látex han avanzado mucho en términos de rendimiento y propiedades. En la actualidad, los guantes sin látex ofrecen las mismas opciones de los de látex, e incluyen guantes para ortopedia, microcirugía o hidratantes, entre otros. Vienen en una gama de materiales como el policloropreno o el poliisopreno y tienen el mismo rendimiento que las opciones de látex de caucho natural, como demuestran muchos hospitales que usan guantes sin látex. Algunos trabajadores sanitarios son reacios a cualquier cambio de guante, ya que están acostumbrados a la destreza y sensibilidad de los guantes de látex. Algunos usuarios pueden advertir pequeñas diferencias de ajuste, tacto y olor entre los productos de látex y sin látex. Esto puede conllevar un breve periodo de adaptación por parte de los usuarios, que se ve ampliamente compensado por los beneficios de la prevención primaria:

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